Un grupo de personas generosas obsequió a una mujer sin hogar un remolque antiguo.

El camino de Mama Vee hacia la tranquilidad en medio de la naturaleza comenzó con su anhelo de alejarse del ritmo acelerado de la ciudad y vivir de manera más autosuficiente.

Al principio residía en un antiguo autobús escolar, pero al aumentar el número de sus perros y gatos, comprendió que el espacio ya no era suficiente.

Fue entonces cuando un vecino amable le obsequió una vieja casa rodante que muchos consideraban poco atractiva.

Sin embargo, para ella pronto se transformó en un verdadero santuario.

Con el apoyo de sus amigos Jamie y Kevin, Mama Vee logró renovar por completo el remolque descuidado.

Entre los tres lo limpiaron, lo reacondicionaron y lo equiparon con todo lo necesario para convertirlo en un hogar acogedor.

Llena de gratitud por esta nueva etapa de su vida, Mama Vee comenzó a imaginar una existencia serena en plena naturaleza, dedicada a su huerto y disfrutando de la calma del entorno.

“Esa caravana marcó el inicio de una nueva historia”, comentó con esperanza.